El padre de Natalia Melmann, la adolescente de 15 años que fue secuestrada, torturada y violada por policías en la ciudad balnearia de Miramar, recordó a su hija a 24 años del femicidio, al tiempo que repudió las salidas transitorias de las que goza uno de los condenados.
Gustavo Melmann afirmó que el 4 de febrero de 2001, Natalia concurrió a la casa de su amiga Verónica para luego salir a bailar y encontrarse con Maximiliano Marolt, un joven del que estaba enamorado.
“Se fue a la noche, nos dijo que nos quedáramos tranquilos. Al día siguiente pregunté si volvió y mi mujer me contestó que quizás llegaba más tarde”, señaló el padre de la víctima, que había regresado de trabajar y al ver que su hija no estaba en su vivienda, salió desesperadamente a buscarla por las viviendas de las amigas y los hospitales.
Al no recibir noticias sobre el paradero de la adolescente, Gustavo y Laura Calampuca (madre) acudieron a la Policía para radicar la denuncia por la desaparición: “Evidentemente nos esperaban y sabían lo que había pasado. Nos intimaron a que no hablemos con la prensa hasta que pasen 48 horas”.
“El pueblo entero salió a buscarla. El comisario Grillo nos dijo que busquemos en distintos lugares dado que el vivero lo requisaban los oficiales”, afirmó con respecto a la sospechosa actitud que mostraron las autoridades.
El cadáver de Natalia fue hallado bajo un montículo de hojas en el vivero “Florentino Ameghino” y la autopsia reveló que la damnificada fue asfixiada con el cordón de su propia zapatilla, aunque a simple vista el cuerpo presentaba moretones, quemaduras, fracturas y un golpe en el cráneo.
A su vez, la necropsia indicó rastros genéticos de cinco personas diferentes, lo que confirmó que fue violada por distintos hombres.
El recuerdo de Natalia
“Natalia era muy cariñosa, comprometida, abanderada y delegada estudiantil. Desayunábamos juntos todas las mañanas. Había salido a vender diarios para ayudar a la economía de la casa y pagar sus estudios”, describió Gustavo.
Precisó que el proyecto de su hija era recibirse de “obstetra”, pero que no quería tener hijos, ya que “deseaba criar a los chicos que estaban en la calle y no tenían padres”.
“Todos esos proyectos y sueños se los robaron”, añadió.
El juicio
Ricardo Anselmini, Ricardo Suárez y Oscar Echenique fueron condenados en septiembre de 2002 a prisión perpetua por los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa”.
En tanto, el ex convicto Gustavo “Gallo” Fernández fue sentenciado a 25 años por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida a diez años.
Ricardo Panadero había sido absuelto en dos oportunidades “por falta de pruebas”; sin embargo, el Tribunal de Casación Penal provincial decidió en 2019 anular el fallo y anunció que el cuarto policía de la Bonaerense debía ser juzgado por su participación en el crimen.
Finalmente, el 13 de noviembre de 2019 la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló ese sobreseimiento y ordenó que se lleve a cabo un nuevo proceso, el cual se realizó en 2023 donde el cuarto policía fue declarado culpable por los delitos de “privación ilegal de la libertad agravado, abuso sexual agravado y homicidio doblemente agravado, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido para asegurarse la impunidad” y recibió perpetua.
Actualmente, Echenique goza de salidas transitorias y egresa de la prisión los domingos una vez por mes entre las 8 y las 20, tras la firma de los jueces Pablo Poggetto y Gastón de Marco.
Para que pueda continuar con dicho beneficio, se le dictaminó diversas medidas que deberá cumplir como, por ejemplo, no ir hasta Miramar ni tener contacto alguno con la familia de la adolescente.
El padre de Natalia opinó que este beneficio representa un peligro para la sociedad y lo calificó como una “barbaridad”.
Gustavo Melmann explicó que los culpables nunca pidieron perdón por el asesinato y que recibió fueron víctimas de amenazas, golpes e insultos por parte de ellos y sus familias “Nunca reconocieron haber matado a Natalia. Todo el tiempo se declaraban inocentes”.
Fuente: NA