En un contexto de inflación alta y con un Gobierno Nacional que promete ajustar a una provincia ya ajustada, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, presentó su proyecto de Ley Impositiva 2024. La Legislatura comenzará a tratarlo el jueves. Claves de una iniciativa que busca aumentar los impuestos en las franjas de alto poder adquisitivo.

La estructura tributaria de la Provincia está sostenida en 4 pilares: Ingresos Brutos, que en lo que va de 2023 representa al 78% de la recaudación total; Inmobiliario (baldío, edificado y rural) con el 6% de la recaudación; Automotores con el 4,6% de la recaudación; y Sellos con el 8% de la recaudación.

En estos tributos, hay subas de hasta el 300 por ciento entre la impositiva de este año y la que propuso Kicillof para 2024. Sin embargo, desde el gobierno bonaerense  aclararon que esos porcentajes corresponden a las categorías de mayor capacidad contributiva.

Por ejemplo, la suba del 300% en el impuesto Inmobiliario se aplica a inmuebles cuya valuación fiscal sea igual o superior a los $31.465.000. “Solo el 1 de cada 10 casas tendrán esas subas”, le aseguraron a este medio. Mientras tanto, la suba del inmobiliario para la categoría más baja (inmuebles cuya base imponible sea menor a los $5.054.912) va a ser del 140%, es decir, menos que la inflación acumulada en 2023.

Ingresos Brutos representó casi al 80% de lo que recauda la provincia de Buenos Aires por impuestos.

Algo similar ocurre con las patentes con la diferencia de que los valores de los autos los fija la Dirección Nacional de Registro de la Propiedad Automotor. Este impuesto tendrá subas de entre el 145 y el 270 por ciento para los vehículos de entre 2013 y 2024 (si el proyecto se aprueba sin cambios). La menor suba la tendrán los automotores valuados en hasta 3.230.000 pesos y la más alta (270%) los de alta gama (de un valor igual o mayor a $15.160.000).

Respecto de Ingresos Brutos, desde Gobernación buscan “adecuar los montos de facturación” para que las pymes puedan acceder a las alícuotas reducidas. La idea es mantener la progresividad del tributo en un contexto de inflación descontrolada. Las alícuotas varían por actividad, incluso hay algunas gravadas con un 0 por ciento o con un 0,1%, como la refinación del petróleo. Otras tienen alícuotas del 5 por ciento.