Como sucede todos los meses volvieron a reunirse las Sociedades Rurales del Sudeste.

En esta oportunidad el temario incluyó nuevamente lo impositivo -con la ley fiscal bonaerense y los presupuestos municipales a la cabeza-, la vacunación antiaftosa en marcha y las probables modificaciones para 2025, y un punto que despertó preocupación: la inseguridad rural.

Representando al Sociedad Rural de Necochea estuvieron Patricio Bosch y Gustavo Redollatti

El primer tema que analizaron fue el Impuesto Inmobiliario Rural. Acá las gremiales agropecuarias este año se anticiparon al debate y presión sobre las alícuotas y el articulado de la ley de 2025, donde será imprescindible prestar atención a incisos que habiliten o limiten actualizaciones o descuentos.

Además, dado que los municipios también están debatiendo sus presupuestos –y tras el Simposio de Caminos Rurales de Carbap se comparó el esquema de Tasas Rurales de los 16 distritos: los valores van de $ 1.100 a $ 16.000 por hectárea, llamativamente en condiciones geográficas similares, pero con gestiones de caminos muy contradictorias. En el comunicado indicaron que el distrito con la tasa más cara es Necochea y señalaron que además “mantiene muy mal sus caminos”.

Tasa Portuaria

Otros de los temas fue la tasa solidaria de por mantenimiento diferenciado de la red vial. En esta reunión volvieron a debatir el rechazo unánime a la creación de esta nueva tasa en Necochea La cual consideran afecta a toda la región y se compartieron averiguaciones sobre las posibilidades concretas de su aplicación, su legalidad, entre otros.

Además, el grupo se mantiene en alerta encendido para situaciones similares que pudieran darse en otros municipios.

Por último, en materia sanitaria, la Zona VI elevó su preocupación respecto a la idea de esquema antiaftosa 2025 con campañas de vacunación en febrero y junio, lo que complicaría el resto de las vacunaciones que se llevan adelante como brucelosis y carbunclo; y se buscará insistir en diálogo fructífero con las autoridades, dado que las Fundaciones siguen cumpliendo un papel preponderante para poder mantener los status sanitarios controlados.