Tras los recientes anuncios del presidente sobre la baja de retenciones en la Exposición Rural, el productor agropecuario Ernesto Mancino valoró la medida, aunque la contextualizó dentro de un escenario desafiante para el sector primario.

Mancino señaló que la decisión presidencial es una respuesta a la “presión que generó la producción primaria en la Argentina a través de las entidades”, en un momento donde los precios de los commodities se encuentran en sus niveles más bajos en más de 30 años, tanto en moneda constante como nominal. Esta situación se agrava por las condiciones climáticas adversas, con déficit y exceso de lluvias en distintas regiones del país, lo que ha complicado significativamente la cosecha y ha resultado en “volúmenes importantes” de producción.

Ritmo de Ventas Constante y el Impacto de la Expectativa
El productor desmintió que los anuncios hayan generado un adelantamiento masivo de ventas por parte de los productores. Afirmó que el ritmo de ventas a nivel argentino se mantiene “constante”, más o menos dentro de los parámetros históricos, ya que “el productor vende cuando necesita, en función de su flujo de fondos”.

Para Mancino, el principal cambio que trae la baja de retenciones, a pesar de que “gran parte ya está comercializado”, es la “expectativa”. En este sentido, celebró que el presidente esté “cumpliendo con la promesa de bajar los impuestos” al iniciar por las retenciones, seguido por el impuesto al cheque y la eliminación del impuesto PAÍS.

Carga Tributaria y Futuro del Sector
Aunque reconoció que la medida se da en un “año electoral” y “bajo presión”, el productor destacó que se alinea con las expectativas del sector y de la sociedad. “Sabe perfectamente el Presidente que si no baja los impuestos, la carga tributaria que tiene cualquier actividad, es muy difícil recomponer la actividad, generar empleo”, sostuvo Mancino. Argumentó que el “costo del Estado todavía en esta instancia es muy alto” para permitir que la producción primaria pueda “seguir produciendo, trabajando, generando empleo genuino y evolucionando para salir del profundo pozo en donde nos dejó el gobierno anterior”.

Mancino ilustró la pesada carga tributaria explicando que, en el caso de la soja, “de cada dos camiones se llevaba uno el Estado” a través de los derechos de exportación. Si bien reconoció que la reducción “no es mucho, pero reduce la carga”, lo más relevante es el cambio en las expectativas a futuro. La promesa de eliminar las retenciones “seguramente en un plazo gradual y en función del resultado de las próximas elecciones” genera un panorama más optimista para el sector, aunque la dependencia de los precios internacionales sigue siendo un factor determinante.