La Autoridad Marítima Nacional nació el 30 de junio de 1810 cuando el Secretario de Gobierno y Guerra del Gobierno Patrio, Mariano Moreno, firmó el decreto con el que designó al entonces alférez de fragata Martín Jacobo José Thompson como el primer Capitán de Puerto del Río de la Plata. Este hito histórico, fue el nacimiento oficial de la Prefectura y convirtió a Thompson en el primer Prefecto Nacional Naval.
Desde sus orígenes, y como Capitanía de Puertos, es la fuerza a través de la cual el Estado Argentino ejerce el poder de policía de seguridad de la navegación y, así lo establece su Ley General, la número 18.398.
Sus principales funciones son la seguridad de la vida humana en las aguas, la protección ambiental, el control de la pesca, la seguridad pública, la seguridad del deporte náutico y la protección marítima y portuaria, entre otras.
Su jurisdicción, que es custodiada por los más de 22.000 efectivos que integran sus filas, abarca 4.800.000 kilómetros cuadrados de espacios marítimos, 3.500 kilómetros de ríos que sirven al tráfico y comercio nacional e internacional, un área lacustre compuesta por 3.440 kilómetros cuadrados, 268 lagos y 44 parques nacionales.
Haciendo historia
La Prefectura depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo del doctor Aníbal Fernández y su conducción es ejercida por el Prefecto Nacional Naval, prefecto general Mario Farinón y el Subprefecto Nacional Naval, prefecto general Jorge Bono. Sin embargo a lo largo de estos 213 años, la Organización ha experimentado cambios de dependencia ministerial, denominaciones y marcos normativos que fueron definiendo sus funciones, estructura orgánica y alcances jurisdiccionales, sin alterar su esencia.
Los orígenes de la Institución se remontan a la época colonial cuando por el incremento de la navegación y el comercio en Buenos Aires, las autoridades españolas establecieron la Capitanía de Puerto como entidad encargada de la policía de la seguridad de la navegación y de los puertos, reemplazando así en el cumplimiento de estas funciones a los adelantados, gobernadores y alguaciles mayores entre otras autoridades capitulares, hecho por el cual es considerada la Fuerza de Seguridad más antigua del país.
Con la Revolución de Mayo, la Primera Junta de Gobierno reconoció la importancia de contar con una Autoridad Marítima, por ello se incorporó a la Capitanía de Puerto como institución de la Patria para realizar las tareas de policía del puerto, auxilio y salvataje, arsenal de armas, limpieza del puerto, conocimiento de las condiciones hidrográficas, servicio de practicaje, instrucción de sumarios, control y registro de naves, tripulaciones y pasajeros, sanidad, control de la disciplina y administración de justicia entre sus subordinados.
Prefectura en acción
Seguridad de la vida humana.
La Prefectura Naval Argentina es la Autoridad Marítima nacional y como tal, su principal función es la salvaguarda de la vida humana en las aguas.
Para poder desarrollar esta labor, la Institución cuenta con un sistema meticulosamente organizado que funciona a través de Estaciones Costeras distribuidas estratégicamente en todo el litoral marítimo y fluvial del país, el Sistema Guardacostas, una innovadora plataforma tecnológica, desarrollada por profesionales de la Fuerza, que integra diferentes fuentes de información y sistemas de posicionamiento geográfico, y todas sus unidades fluviales y aéreas (guardacostas de gran y mediano porte, aviones, helicópteros y embarcaciones pequeñas).
A bordo de estas unidades, navegantes, nadadores de rescate, bomberos, buzos salvamentistas, pilotos, especialistas en comunicaciones, mecánicos de aeronaves y médicos de la Fuerza realizan el mayor porcentaje de los operativos de búsqueda y rescate (SAR) que se desarrollan en las aguas del país.
Seguridad de la navegación
El transporte por agua constituye el campo funcional esencial de la Prefectura y reconoce un amplio espectro de actividades que se centralizan en el buque, el personal navegante y la navegación.
Hay que destacar que el intercambio comercial argentino se realiza en su mayor parte por vía acuática, por lo que como Autoridad Marítima nacional la Prefectura ejerce la supervisión por el Estado Rector de Puerto para la realización de controles eficaces que aseguren el cumplimiento de los estándares de seguridad y protección marítimas y la prevención de la contaminación proveniente de los buques.
En este sentido, las actividades de supervisión por el Estado Rector del Puerto son llevadas a cabo por equipos de inspectores de Prefectura calificados en las distintas especialidades de la ciencia naval, quienes tienen a su cargo la verificación técnico-operativa de los buques de terceras banderas que arriban a los puertos de la República Argentina.
Asimismo, para brindar seguridad a la navegación, también se encarga del control del cumplimiento de la normativa vigente en materia administrativa y de seguridad de los buques, la formación, registro y habilitación del personal navegante, la inspección de los buques, la gestión del tráfico en las aguas, mantener libres las vías navegables y proteger los puertos nacionales.
Control de la pesca
La Prefectura Naval Argentina, a través de su Dirección de Tráfico Marítimo, Fluvial y Lacustre, realiza el monitoreo permanente de los espacios marítimos argentinos mediante tecnología propia aplicada y de patrullajes aéreos y por agua.
La presencia física de aeronaves y guardacostas de la Prefectura en aguas argentinas se complementa con intensas tareas de monitoreo, control y vigilancia a cargo de personal especialmente capacitado en el uso de herramientas informáticas desarrolladas para tal fin, entre las que se destaca el Sistema Guardacostas, una moderna plataforma informática desarrollada por profesionales de la Fuerza que permite, a través de satélites, monitorear e identificar en tiempo real las actividades de los buques que navegan en todo el mundo.
Esta tarea se complementa en el mar con guardacostas y aeronaves que patrullan la Zona Económica Exclusiva Argentina.
Para ello la Prefectura cuenta con los Servicios de Buques Guardacostas y de Aviación, cuyos medios operativos se hallan destacados en distintos puertos del litoral fluvial y marítimo, lo que permite la atención más rápida y eficiente de los requerimientos que se plantean.
El Servicio de Buques Guardacostas tiene distribuidas sus embarcaciones en todo el litoral marítimo, gracias a lo cual puede realizar un control intensivo de la actividad pesquera dentro de la Zona Económica Exclusiva y su Zona Adyacente.
Esta distribución estratégica, permite controlar el mar sometido a jurisdicción nacional.
Por su parte, el Servicio de Aviación tiene aviones de vigilancia marítima y helicópteros con asiento en las Estaciones Aéreas Buenos Aires, Mar del Plata y Comodoro Rivadavia, complementando de esta manera, junto a las dependencias distribuidas en el litoral marítimo, un sistema de control eficiente realizado en forma integral.
Estos aviones se caracterizan por una performance a bajas velocidades que les permite una segura operación de identificación de buques y cuentan con equipamiento específico, diseñado para la vigilancia marítima, como así también para búsqueda y salvamento.
Un dato color es que desde la incorporación de los guardacostas de gran porte (67 metros de eslora/largo, 10,38 de manga/ancho y un desplazamiento a plena carga de 980 toneladas), la Fuerza lleva capturados 80 buques extranjeros ilegales.
Seguridad ciudadana
Desarrollar una amplia gama de actividades de neto corte policial tendiente al mantenimiento del orden público, la seguridad interna y la protección de las fronteras marítimas, fluviales y lacustres del país, a fin de impedir el tráfico de drogas, el tránsito ilegal de personas, el contrabando, la comisión de delitos y contravenciones, son otras de las importantes funciones de la Institución.
Como policía auxiliar de la Justicia, la Prefectura cuenta con dos equipos bien entrenados para las distintas necesidades que la actual coyuntura en materia de seguridad pública requiere.
Estos son la Agrupación Guardacostas (dependiente de la Dirección de Protección Ciudadana) y la Agrupación Albatros (dependiente de la Dirección de Operaciones).
La Agrupación Guardacostas tiene como función principal preservar la seguridad y el orden público o restablecerlo cuando fuese necesario. Además, entre sus tareas se encuentran la de servir a la comunidad en casos de catástrofes, inundaciones u otros siniestros y realizar allanamientos y tareas preventivas de seguridad y control en diferentes barrios y accesos.
Diariamente, su personal lucha contra el delito, a fin de evitar el tráfico de armas y de drogas. Realizan acciones policiales preventivas y buscan el restablecimiento del orden urbano.
En tanto, la Agrupación “Albatros” es una fuerza de despliegue rápido para el cumplimiento de operaciones policiales tendientes a brindar seguridad pública.
Debido a su organización y equipamiento, puede actuar como elemento táctico policial homogéneo, haciéndolo en forma aislada, en conjunto o agregado a otras fuerzas, tanto en el ámbito jurisdiccional propio de la Prefectura, como fuera de él.
Constituye específicamente la fuerza estratégica de reserva de la Institución para acciones policiales, catástrofes, inundaciones y otras emergencias, la lucha contra el narcotráfico, la trata de personas y los delitos complejos.
Protección Ambiental
La policía de protección del medio ambiente incluye la prevención y la lucha contra la contaminación de las aguas por hidrocarburos y otras sustancias nocivas y peligrosas provenientes de buques.
En esta función, la Prefectura es autoridad de aplicación de numerosos convenios internacionales específicos.
En este sentido, la Prefectura también es responsable de la prevención y lucha contra los siniestros en las aguas, puertos y buques, y la contaminación producida por estos en las aguas, aspectos que ocupan un lugar destacado entre las responsabilidades que le fueron asignadas.
Entre varias de las funciones que la Fuerza tiene para cuidar el ambiente, y dar respuesta a cuestiones vinculadas con el reflotamiento de buques, derrames de hidrocarburos e incendios en instalaciones portuarias, se establecieron en los principales puertos del país Estaciones de Salvamento, Incendio y Protección Ambiental, que actúan como el primer escalón de respuesta, ante los distintos hechos que puedan producirse.
Las inspecciones subacuas, el reflotamiento y remoción de buques hundidos o elementos que obstaculizan la navegación, el control de derrames de hidrocarburos y mercancías peligrosas, la extinción de incendios, el registro y habilitación de buzos profesionales y deportivos; la confección de planes de contingencia por hechos contaminantes, el registro de empresas de salvamento, la aprobación de planes de reflotamiento que ejecutan empresas particulares, la detección y desactivación de explosivos, la realización de pericias especializadas, son algunas de las complejas tareas que lleva a cabo la Fuerza en su función de autoridad responsable del cuidado de las aguas.
Otro año más, nuevos desafíos
Transcurrieron 213 años desde aquel 30 de junio en el que la Prefectura Naval Argentina nació como institución de una Patria nueva, pujante y libre.
Hoy, esta Fuerza bicentenaria ha multiplicado sus funciones, contribuyendo al desarrollo de la Nación, sumando personal, tecnología y recursos, aceptando los nuevos desafíos que la actual sociedad demanda y velando por la seguridad en las aguas.
Con profesionalismo, vocación, apostando a la capacitación permanente de los hombres y mujeres que la integran, la Prefectura continúa creciendo, mirando hacia el futuro, pero sin olvidar sus raíces, porque como dijo Bartolomé Mitre: “Allí donde hay un puerto debe haber una Capitanía de Puerto”.