Como una sana costumbre, la comunidad vasca de nuestra ciudad celebró hoy a su patrono, San Ignacio de Loyola, con una recorrida por los monumentos que rinden honores al general Mariano Necochea y a don Ángel Ignacio Murga, el fundador de la ciudad.
Allí entregaron ofrendas florales al pie de cada busto y finalizando el itinerario con una danza típica en el simbólico retoño del Roble de Guernica, en plena Plaza Dardo Rocha.
Como cada 31 de julio, luego de vivir la tradición del Alegre Despertar, una comitiva compuesta por jóvenes y miembros de la Comisión Directiva del Centro Basko Argentino Euzko Etxea se acercó hasta el Palacio Municipal para saludar y solicitarle al intendente Arturo Rojas que acompañe la continuidad de la celebración protocolar por el centro espacio público.
Al terminar esta serie de cortesías, la presidenta de la entidad, Cristina Zubillaga, explicó que este es “un día central para los vascos de Necochea, porque el 31 es el Aniversario de San Ignacio de Loyola”.
En ese contexto, “venimos de una seguidilla de acontecimientos: estuvimos con un grupo de danza de San Sebastián, vinieron 23 dantzaris el jueves; el viernes estuvimos en nuestra casa reunidos en una velada que ellos dieron; el sábado nos juntamos en una cena de San Ignacio, como hacemos siempre; y hoy era el acto central”, detalló la autoridad.
En específico sobre la jornada de hoy, “hicimos el Alegre Despertar, que nos habrán escuchado en la calle, saludando a la comunidad vasca de Necochea; e invitamos a que nos acompañara el Intendente, como hace siempre, a poner ofrendas en los monumentos a Mariano Necochea, a Murga y al Retoño de Guernica, que para nosotros es tan caro”.
Para que los vecinos y vecinas de la ciudad conozcan más acerca de este exponente natural que cumplió 80 años desde su plantación, Zubillaga contó que “en cada pueblo del mundo donde hay una casa vasca, hay un retoño del árbol centenario que hay en Guernica, en donde los presidentes vascos juran lo que sería nuestra Constitución, así que para nosotros es muy importante”.
Volviendo a hablar de la importancia de esta efeméride, la presidenta del Centro Euzko Etxea subrayó que “desde que los vascos llegaron a Necochea lo entronaron como su patrono, lograron traer la imagen que está en la Iglesia (Santa María del Carmen), y las primeras fiestas vascas que se hicieron acá fueron para San Ignacio. De ahí, después pensaron en tener una casa; de ahí fuimos logrando lo que tenemos ahora y por lo cual trabajamos”.