En los últimas días, Pablo Eduardo Burgos, marinero, fue notificado de una causa penal por amenazas. La denuncia fue realizada por Javier Cerfoglio, el hombre detenido e imputado por el femicidio de Magalí Vera, ocurrido meses atrás.

Según relató Burgos, Cerfoglio trabajó con él en un remolcador antes del crimen. Afirmó que, tras ser despedido por situaciones vinculadas al acusado, consiguió su número y le envió un mensaje de voz desde afuera del penal de Batán, reprochándole tanto el femicidio como conflictos personales previos. A raíz de ese mensaje, Cerfoglio lo denunció por amenazas.

La notificación judicial indica que Burgos quedó formalmente imputado y será investigado bajo intervención de la fiscal Dra. Castañeda. La causa está caratulada bajo el delito de amenazas y aún no se ha fijado una citación a declarar.

El caso refleja la tensión persistente en torno al crimen de Magalí Vera, que sigue generando repercusiones incluso desde el ámbito carcelario, con Cerfoglio alegando temor por su integridad y solicitando protección ante supuestas amenazas de allegados a la víctima y exempleados de su entorno laboral.