Por Hugo Möller
“El velódromo municipal será cerrado. Y en el predio se construirá un lujoso hotel”. Palabras más, palabras menos, esta fue la falsa noticia que se difundió esta semana en Necochea.
La supuesta información repercutió fuertemente en las redes sociales, a través de las cuales se sucedieron múltiples críticas, no exentas de acusaciones e imputaciones. Incluso se promovió una movilización para este domingo, a fin de expresar el rechazo a la “venta” de un sector del Parque “Miguel Lillo”.
El llamado a licitación para la explotación del velódromo municipal fue aprobado en la última sesión del Concejo Deliberante. Será ahora el Departamento Ejecutivo quien deba hacer el llamado correspondiente, convocando a potenciales interesados.
En ninguna parte del proyecto de ordenanza se señala la futura construcción de un hotel, cuestión que, por otra parte, no puede concretarse en ese lugar según el código de edificación vigente.
Y lejos de promoverse el “cierre” de velódromo, lo que se plantea en la memoria descriptiva de la iniciativa es mejorar y ampliar la actual pista de ciclismo. También se prevé su mantenimiento y la inclusión de un espacio para ser destinado a la práctica de BMX. Además de un área de concentración para quienes practican mountain bike.
Se trata de la unidad fiscal denominada “Velódromo Dr. Domingo Taraborelli”, ubicada en el Lote Mar 3 del Parque Lillo.
No es un hotel lo que se prevé instalar allí. Lo que se promueve es “la construcción de alojamiento para deportistas y/o contingentes”, que podrían ser cabañas o “dormis”.
Desde su construcción a medias, el velódromo municipal ha permanecido semi abandonado, quedando de hecho en manos de grupos de ciclistas, en diferentes épocas, variando la intensidad de su uso.
El grupo más reciente de voluntariosos deportistas, encabezado por Federico García Canales, con aval del municipio, realizó una serie de mejoras, dedicándole tiempo y esfuerzo para ponerlo en condiciones.
El espacio no sólo es utilizado por ciclistas, sino también por patinadores. Y además por vecinos, que llegan los fines de semana con sus vehículos, distorsionando en algunos casos la esencia del lugar, ya que por falta de ordenamiento suelen invadir áreas destinadas a la práctica deportiva, obstaculizando entrenamientos y competencias de ciclistas y patinadores.
El ordenamiento de esta situación, precisamente, es uno de los objetivos que tiene la iniciativa legislativa, procurando al mismo tiempo dotar de servicios al lugar, de modo que pueda haber una convivencia entre quienes realizan prácticas deportivas y los que hacen uso del lugar como espacio recreativo.
Pueden ser los propios deportistas, también, los que disfruten del lugar al mismo tiempo que entrenan allí.
Lo que no debe hacerse es tergiversarse las prioridades. El velódromo debe ser, esencialmente, un lugar para la práctica de ciclismo. Los servicios, un valor agregado.
Entre las obras previstas figuran locales comerciales, snack bar, restaurante, sanitarios públicos, vestuarios, cantina, kiosco, heladería y proveeduría.
También está contemplado que se dote al lugar de iluminación y señalización, así como un sector de recreación y juegos para niños.
El concesionario deberá dotar al espacio de un área de fogones, con bancos, cestos para residuos y bebederos.
Además de la construcción de un “alojamiento para deportistas y/o contingentes”, se prevé contar con una piscina.
Está previsto también que se cuente con servicio de vigilancia, así como con iluminación interior en todos los sectores, incluyendo el pórtico de entrada sobre la avenida 10.
Queda establecido que la entrada será “libre y gratuita, como así también el uso de los circuitos y sanitarios”.
Por otra parte, se promueve la forestación del sector, dejándose aclarado que se valorizará el proyecto arquitectónico y su impacto paisajístico respetando el medio natural sin afectación de la masa forestal existente con la integración de las nuevas construcciones que se propongan”.
Ni un hotel, ni venta del Parque, ni cierre del velódromo, ni limitación del espacio para “poderosos”. Nada de ello figura en el pliego. La entrada y uso de la pista seguirán siendo gratuitos.
Sin embargo, durante la semana no han cesado destempladas críticas y acusaciones en redes sociales, surgidas a partir de una falsa noticia.
Son los efectos nocivos de las llamadas “fake news” en inglés, a las que medios de prensa tradicionales se están empeñando en combatir, procurando hacer prevalecer el capital más importante con que cuenta el verdadero periodismo, que es su credibilidad.