Esta mañana, en el Tribunal Criminal Oral 1, se desarrolló la tercera jornada del juicio que se le sigue a cuatro policías por la muerte de Noa Suárez que ocurrió en 2014 en la comisaría de Quequén.
La mayoría de las declaraciones se prestaron de manera virtual y hubo algunas presenciales.
Al igual que en jornadas anteriores, prestaron testimonio hombres que estaban en ese momento detenidos en los calabozos de la comisaría segunda, como el caso de Braian Viturro que, gracias a los permisos que habilita la virtualidad, lo hizo desde un andamio de una obra en construcción donde se encuentra trabajando.
Viturro aseguró que Noa, al ser ingresado al locutorio, le dijo a él y al resto de los detenidos que le querían armar una causa y por eso lo habían aprehendido.
“Yo después me dormí y más tarde escuchamos al de imaginaria que gritaba que se había ahorcado. Después hubo silencio” sostuvo y agregó que, en su caso no, escuchó que hubiesen golpeado al joven.
En contraposición, Luciano Fernández, otro detenido por entonces, aseguró que, una vez que lo ingresaron al locutorio “al rato entraron policías y le empezaron a dar”. Indicó además que Suárez reclamaba las muletas con insistencia y que pasada la 1 de la mañana escucharon que se había ahorcado.
En la misma línea, Víctor Ibarlucía, que también estaba alojado en uno de los calabozos de la comisaría segunda, testificó que la policía “ya venía golpeándolo desde antes de entrar a la comisaría”.
“Para mí se pasaron de largo pegándole y después lo colgaron para que parezca que se ahorcó” sostuvo, asegurando que ellos escuchaban los golpes que le daban dentro del locutorio y le gritaban a la policía que no le peguen más.
Otro de los testimonios que se escuchó de manera virtual fue el de Romina Duarte, perito en rastros de la Policía Científica que realizó la inspección del locutorio donde Suáez fue hallado colgando de los cordones trenzados de su malla y zapatillas.
La mujer señaló que no visualizó rastros de tejido hemático y que no utilizaron otro método de inspección, como por ejemplo el luminol, porque consideraron que el lugar no había sido limpiado previamente.
Por inconvenientes técnicos no se pudieron tomar otras declaraciones que estaban previstas y el próximo lunes habrá una nueva jornada donde, entre otros, prestarán testimonios dos peritos, uno a pedido de la defensa de Matías Larrea y el otro solicitado por fiscalía.
Lo alegatos serán el lunes 13, a las 9 de la mañana.